miércoles, 23 de marzo de 2011

En cuarentena

No se muy bien si el título de esta entrada es la que quería darle pero es una de las maneras (quizás la mejor, quizás la peor,) de expresar como me siento al volver de un campamento mínimamente largo.

Son 10 días sin saber nada de nadie, ni de lo que pasa en el mundo, tan solo tienes constancia de lo que te pasa a ti y quizás a los de tus compañeros de aventuras. Son también 10 días de desconexión con los problemas o la rutina que puedes arrastrar en la "vida real", son días de paz y sin embargo, con poca tranquilidad.

Es quizás un respiro espiritual en el que te puedes tomar un descanso para meditar o sencillamente posponer algo que se te viene encima, o sencillamente un lugar en el que dejas de ser la misma persona que conozcan tus amigos de la uni o de el instituto.

Es también ponerte a prueba como persona para saber tratar tanto a tus compañeros como l resto de personas que te acompañan en ese viaje.

Por esto y más cosas que me quedarán en el tientero o que aún no he descubierto me encanta irme de campamento...